El otro día ví que salió otro programa más a producir contenido en base a hacer una crítica de los mandatos sociales. No digo que sea malo cuestionarse por qué uno hace lo que hace y pueda soltarlo si le pesa, pero el mayor cuestionamiento que me producen estos programas es a la búsqueda compulsiva de desprenderse de todo. Alrededor mío veo gente desprendida y paralizada. Y sí, es absolutamente anecdótico, pero no deja de ser interesante preguntarse que sentido común refuerza un desprendimiento sin orientación.
Por otro lado, una doble celebración: es nuestra décima entrega entre idas y vueltas y además pasamos los 100 suscriptores 🥳. Nuestra pequeña comunidad se expande, y cómo siempre les agradezco por esto.
Resumen de hoy
Condiciones de producción
Tenés que soltar los mandatos?
Condiciones de producción
📽️ The Boy and the Heron (2023)
Visualmente increíble, obviamente como toda película de Hayao Miyazaki producida por Studio Ghibli se trata de una fantasía animada. Hay algo muy interesante en cómo se plantean al interior de esta película los afectos y los mandatos, con una verdadera noción de pérdida que no se suele abarcar cuando se trata el tema de “liberarse de los mandatos”. Se puede ver en cualquier momento y con cualquier compañía, otro gran punto a favor.
Les hubiera actualizado nuestra playlist pero la verdad que esta semana lo que más estuve escuchando fue el disco que sacó hace pocos días Kylie Minogue, uno de los grandes íconos australianos. Kylie Minogue es una estrella pop pero diría que hace disco del siglo XXI - en mi opinión justamente uno de sus discos más completos es el que se llama Disco.
Tension II tiene sus puntos débiles y sus puntos fuertes, Taboo es uno de los fuertes y van a sentir el disco ahí, igual que en Good As Gone y Dance To The Music, tiene algo más electropop en Kiss Bang Bang y Hello. Recomiendo saltearse todas las colaboraciones excepto Edge Of Saturday Night, que pasa a ser el tema más electrónico del album por mucha distancia y esta realmente muy bien (escucharlo con buenos auriculares o un buen parlante).
Honestamente, no sé si recomendaría esta película por varias razones. Siento que el guión fue un poco víctima de la marvelización - no deja medio fragmento de escena liberado a la interpretación. Constantemente refuerza sobre el significado y cómo debe ser leída la obra y eso a mí me pesa un montón. Además maneja un gore a un estilo medio tarantinesco pero que al no tratarse de una comedia es extraño de ver, no niego que hay algo camp en eso igual.
Por otro lado, Demi Moore esta hermosa. El uso de colores es algo que se tiene que celebrar por sí mismo en esta película y realmente siento que arranca muy bien y con una vuelta interesante al clásico dilema de la juventud y los ideales de belleza. En tema mandatos, también me parece que es relevante.
📖 La Insoportable Levedad del Ser - Milan Kundera
Siempre intento evitar recomendar libros por el tema de que prefiero compartir contenido que cualquier persona pueda leer o revisar en una semana, en este caso este libro me lo recomendó una amiga (como la mayoría de mis libros favoritos que son recomendaciones de amistades) y es super relevante al caso. Trata de una historia sobre el peso y la levedad de las experiencias y los vínculos a través de la historia de Tomás, que se enamora de una mujer en Praga durante la invasión de 1968. Muy interesante para pensar en los mandatos, el amor y los roles del peso y la levedad en nuestra vida.
Tenés que soltar los mandatos?
Esta semana tuve que volver a las bases. Me refiero con respecto al desarrollo de mi tesis. Como les comentaba en Narrar tu contingencia | #9, estuve reconstruyendo la narrativa de lo que estaba trabajando tomandome como parte del objeto que estudio, y esto me forzó a volver al inicio: el evento.
Hay un libro de Heidegger que recolecta anotaciones de él mismo sobre lo que es el evento, de forma ilegible pasando de teoría a poesía a formular diagramas. Con Heidegger siempre recomiendo hacer una primera lectura ligera como si fuera poesía sin sobreanalizarlo. Principalmente por cómo escribe. Es una escritura oscura por momentos, y por otro lado suele dar rodeos o que te lleva hasta los últimos parrafos sin saber a dónde vas a llegar. Después de esto hacer una segunda lectura es una experiencia más tranquila, se puede intentar profundizar en puntos sin luchar contra el texto. No es el caso de este libro. Efectivamente es poesía o experiencia mística, inspiración sin anclas, al menos esto me pareció cuando lo compré hace algunos años.
No es extraño esto dado lo que suele representar el evento. Al menos en Deleuze, vagamente y mal explicado en una oración, los eventos revelan la fragilidad de todo lo dispuesto en nuestras vidas, que normalmente parece super sólido. Es interesante porque más allá de aquellos ejemplos ‘hiperobjetuales’, en términos de Timothy Morton, donde un cataclismo climático o una bomba nuclear o algo del tipo te plantea en una crisis existencial que a veces parece irrevasable, que hay de aquellos otros eventos donde lo que se revela como fragilidad nos permite claramente operar sobre nuestra endeble estructura de vida? Esto no quiere decir que nuestra vida vaya a devenir sólida, pero sí abre una ventana para reestructurar lo central en todo esto: el tiempo.
Actualmente estamos en un contexto de consumo super individualista motivado, potenciado y financiado por las plataformas en particular. El doomscrolling no es un punto en el que cualquier sociedad termina si agregas electricidad, sino un producto de una formación social muy particular que depende de retroalimentar constantemente un poco de soledad, un poco la comodidad y la estructuración de tu vida en base a hábitos de consumo de redes. Esto se puede dar además gracias a que los algoritmos constantemente validan nuestra perspectiva del mundo para reforzar esta comodidad y seguridad de los usuarios, y hacerlos pasar más tiempo en las plataformas para así poder posicionarnos ante los anunciantes.
Esto se da en un contexto aparte muy particular, tenemos una crisis de salud mental, el auge de fenómenos como los incels, los hombres jóvenes retornando a la iglesia y más. No creo que sea necesario justificarme con el contexto, pero no me deja de ser raro que se luche por soltar nuestros mandatos al mejor estilo de los ideales del mayo francés cuando la situación no podría parecerme más alejada. Que estemos en tiempos posmodernos no hace que dejen de existir los mandatos automáticamente pero sí trae problemas más novedosos esta fragmentación del sentido.
Cuestión, me surje esa pregunta en medio de todo esto. Cuanto le sirve a un sujeto paralizado y desorientado seguir siendo llamado a un abstracto “soltar los mandatos” sin forzarse a la acción. Que rol cumple en ese sujeto la crítica más que una acumulación de resentimiento si no se motiva la exploración y la búsqueda del deseo. No digo que no soltemos aquellas estructuras que nos pesan, pero si creo que no necesariamente suma hacerlo simplemente como validación del “no hacer”. La elección no debería ser soltar los mandatos para nihilizar nuestra experiencia de vida, sino para aferrarse a algo mejor.
Es para seguir pensando. Obviamente, comentenme su opinion al respecto aún (o en especial) si les parece que estoy equivocado.
Hasta la próxima,
Feli.
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